Se acabó la espera, la Fórmula 1 ha vuelto. El circuito de Bahréin acogió
por segundo año consecutivo el inicio de la temporada en el gran circo.
Los nuevos monoplazas completaron su primera simulación con fuego real. De lo visto durante todo el fin de semana, se
puede decir que estos nuevos coches son más torpes que sus antecesores de 2021.
Esto se debe al incremento del peso mínimo de los monoplazas. De hecho, la
mayoría de ellos están incluso por encima del mismo. El único equipo que se ha
librado de este mal es Alfa Romeo, que tiene el monoplaza más ligero de la
parrilla.
Por ello, en los primeros compases de la carrera, la mayoría de los pilotos
tuvieron que estar más pendientes de no perder el control del coche, así como
de cuidar los neumáticos. Un año más, las gomas van a ser un problema añadido.
Ayer se estrenaban las nuevas llantas de 18 pulgadas. El resultado fue una
notable degradación de los compuestos, que obligó a que muchos pilotos optaran
por realizar tres paradas en boxes.
Lo que sí parece es que con estos coches es más fácil que los pilotos
puedan seguirse entre sí, ya que generan menos aire sucio en su estela. Sin
embargo, el DRS parece haber perdido parte de su efectividad.
Ciñéndonos a la carrera, lo más destacable de la misma fue el resurgimiento
de Ferrari. En Maranello han trabajado mucho y bien este invierno. No solo han
acertado con el diseño del monoplaza, sino que han recuperado toda la
desventaja que tenían respecto a las unidades de potencia de Mercedes y Honda.
No hubo puntos débiles en este nuevo Ferrari, como tampoco en el pilotaje de
Charles Leclerc. Simplemente sobervio, de 10. El piloto monegasco hizo la pole
el sábado, contuvo a la perfección todos los envites de Verstappen, tanto en la
salida como en las paradas en boxes. La actuación desde el muro de Ferrari
también fue correcta, ya que supieron contestar a los dos intentos de undercat
ejecutados por Red Bull. Victoria sin paliativos de Leclerc, con un Ferrari
renacido.
La fiesta en Maranello la completó Carlos Sainz, siendo segundo. Carlos no
estuvo a la altura de Leclerc en ningún momento del fin de semana, tampoco de
Verstappen. Pero aun así su actuación durante este primer gran premio se puede
considerar sólida. En ningún momento vio peligrar su puesto en el podio y supo
sacar partido de los problemas que tuvo Verstappen. Un Verstappen, que junto a
su equipo fueron los grandes derrotados en el día de ayer. La debacle en Red
Bull fue total, ya que en apenas cinco vueltas los dos monoplazas austríacos
tuvieron que retirarse, ambos por problemas mecánicos, relacionados con la
bomba de la gasolina.
Quienes salen satisfechos de Bahréin son los Mercedes, que por primera vez
desde 2014 llegaron la primera cita del año sin opciones reales de victoria. En
esta ocasión los problemas de Mercedes fueron reales. Hamilton sufrió durante
todo el fin de semana y tuvo que sacar su mejor versión, para clasificarse
quinto y realizar una carrera perfecta, que se vio recompensada con un podio
gracias a los problemas de los dos Red Bull. Su nuevo compañero de equipo,
George Rusell completó la buena actuación de Mercedes, con una cuarta posición.
En Brackley tienen mucho trabajo por delante. Sin embargo, siguen estando
relativamente cerca de la cabeza y si son capaces de solucionar sus problemas
volverán a ser candidatos al título.
Si en Ferrari y Mercedes tuvieron motivos para la alegría, donde también
festejaron igual o más fue en Haas, gracias al quinto puesto en carrera de
Kevin Magnussen. El piloto danés llegó al equipo hace apenas dos semanas, en
sustitución de Nikita Mazepin, quien a su vez lo había reemplazado la temporada
anterior. El resurgimiento de Haas es una de las historias más destacables de
este inicio de 2022. Desde el fondo de la parrilla hasta los puestos de honor,
en Haas le han dado la vuelta a la situación del 2021. Varios factores han
contribuido a ello: el primero de ellos es la mejora de Ferrari, que ha
impulsado hacia delante a sus dos equipos cliente. Y en segundo lugar, la contribución
del propio Magnussen ha sido vital. Solo hace falta ver que Mick Schumacher no
estuvo en ningún momento del fin de semana a la altura de su compañero, con lo
que es lógico pensar que Mazepin tampoco habría podido extraer el máximo
rendimiento de ese coche.
Buen debut también para Valtteri Bottas en su nueva andadura en Alfa Romeo.
Finalizó en el mismo sitio en el que salió, es decir, sexto. Y eso a pesar de
que protagonizó una nefasta salida, que pudo solucionar gracias a una
estrategia de dos paradas, beneficiada también por el safety car que salió en
la parte final de carrera. El fin de semana de Alfa Romeo fue positivo en todos
los sentidos, ya que Guanyou Zhou, debutó en la categoría accediendo a la zona
de puntos (décimo). La mejora de Ferrari ha servido para que Haas y Alfa Romeo
se hayan colocado al frente de la zona media de la parrilla.
Respecto al equipo Alpine cabe decir que su inicio de temporada no ha sido
malo. Esteban Ocon finalizó séptimo, por delante de Fernando Alonso, que fue
noveno. El asturiano sufrió muchísimo con los neumáticos. Fue uno de los
primeros pilotos en visitar la calle de boxes (vuelta 12) y eso le lastró
durante el resto de la carrera. A pesar de ello pudo rescatar un par de puntos,
que serán positivos si el equipo francés logra evolucionar y mejorar su
monoplaza con rapidez.
El mayor batacazo de este fin de semana se lo han llevado en Woking.
McLaren se ha hundido en el fondo de la parrilla, junto con Williams y Aston
Martin. Los tres equipos, motorizados por Mercedes fueron con diferencia los
más lentos en Bahréin. Es especialmente llamativa la situación de McLaren, ya
que la pasada temporada estuvieron muy cerca de arrebatar a Ferrari el tercer puesto
en la clasificación de constructores.
En seis días continuará el show, con el Gran Premio de Arabia Saudí, en el
circuito de Jeddah.
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